Algunas personas infectadas por los diferentes tipos de la familia del herpes no presentan síntomas hasta que se produce una baja de las defensas del organismo.
La infección por virus del herpes tipo 1 y tipo 2 se caracteriza por la aparición de pequeñas vejigas que generan ardor y rasquiña, siendo más frecuentes en la cavidad oral, mientras que en el segundo pueden afectar la boca y los genitales.
El cuadro del herpes zóster se caracteriza por la aparición de dolor quemante en el área afectada y aparición de ampollas de tamaño variable, sensación de rasquiña, malestar general y en algunos casos, dolor de cabeza y fiebre.
La mononucleosis y la infección por citomegalovirus cursan con fiebre de intensidad variable, dolor de garganta, crecimiento doloroso de los ganglios de cuello y en ocasiones del hígado y del bazo, malestar general, dolor de cabeza, dolores musculares y erupción cutánea, entre otros.
La roseola es una enfermedad infantil de naturaleza benigna, se caracteriza por enrojecimiento de los ojos. Irritabilidad, síntomas gripales, dolor de garganta y fiebre elevada, hasta 40º, que aparece al inicio del cura y dura entre 3 y 7 días, de acuerdo con la condición general del niño.
El sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer que se caracteriza por lesiones de color rojo, morado o marrón en la piel de las piernas y los pies, con mayor frecuencia en los tobillos o las plantas, que se pueden extender a otras partes del cuerpo.