La erupción provocada por la varicela aparece entre diez y veinte días después de la exposición al virus de la Varicela – Zóster y dura entre cinco y diez días.
Las lesiones pasan por tres fases: pequeñas protuberancias de color rojizo que se transforman en ampollas llenas de líquido claro y posteriormente en costras y escaras que pueden coexistir en el mismo lapso de tiempo y estar acompañadas de fiebre de intensidad variable, pérdida del apetito, malestar general y dolor de cabeza.
El contagio al inicio del embarazo se asocia con bajo peso al nacer y malformaciones en las extremidades. La infección cercana al momento del parto o un par de días después, genera un riesgo elevado de infección grave
Es importante recordar que la infección con este virus, genera riesgo de sufrir herpes zóster en etapas posteriores de la vida, especialmente en personas mayores y en situaciones o condiciones de salud en que hay un debilitamiento del sistema inmune.
Entre las complicaciones del cuadro se incluyen la infección bacteriana de las lesiones, el compromiso de los pulmones o el sistema nervioso central y algunos síndromes raros que pueden requerir atención hospitalaria de las personas afectadas.