Otitis

La otitis puede clasificarse de acuerdo con la porción del oído comprometida en:

• Otitis externa: Afecta el conducto auditivo externo, desde el pabellón de la oreja hasta el tímpano, sin que este último se vea afectado por el cuadro.
• Otitis media: Afecta la porción que se encuentra detrás del tímpano, que comprende la membrana timpánica y los huesecillos responsables de la conducción del sonido.

De acuerdo con la evolución del cuadro, la otitis se divide en aguda o crónica, siendo la primera de aparición reciente y la segunda de varias semanas o meses de evolución.

En general, las otitis se producen por la invasión de agentes infecciosos, sin embargo, los factores predisponentes pueden variar de acuerdo al tipo específico de otitis.

Otitis externa

• Exceso de humedad interna por sudoración excesiva o retención de agua dentro de los oídos, muy común en las personas que practican la natación.
• Lesiones internas producidas por la introducción de objetos como copitos de algodón o daños de la piel en el proceso de limpiar el cerumen con las uñas.
• Reacciones alérgicas a sustancias químicas, productos para la tinción del pelo, objetos para la limpieza del conducto auditivo o aretes de fantasía.

Otitis media

La infección suele presentarse por un bloqueo de las trompas auditivas, canales que drenan los líquidos del oído interno hacia la garganta, fenómeno que es más frecuente en niños pequeños y que se produce como consecuencia de alergias, infecciones respiratorias, mal drenaje de moco y saliva, amigdalitis o por la presencia de irritantes como el humo y el polvo.

Los síntomas habituales de otitis, independiente de la localización, incluyen:

• Dolor de oído de intensidad variable.
• Sensación de picazón o irritación.
• Salida de líquido claro o purulento a través del canal auditivo.

Adicionalmente, los pacientes con otitis media suelen presentar sensación de irritación y/o molestia en la garganta, aumento de tamaño de los ganglios del cuello, fiebre elevada y disminución de la agudeza auditiva.

El llanto constante, la pérdida del apetito, la irritabilidad y la dificultad para conciliar el sueño pueden ser manifestaciones de otitis en niños muy pequeños.

La persistencia del cuadro en ausencia de tratamiento, puede dar lugar a complicaciones graves como perforación de la membrana timpánica, pérdida de audición, extensión de la infección a regiones vecinas y al sistema nervioso central, entre otras.

El tratamiento debe estar orientado al alivio del dolor y a la prevención de las complicaciones referidas, incluyendo control de la temperatura, hidratación y manejo con analgésicos de uso común, por ejemplo acetaminofén, así como el seguimiento estricto de las recomendaciones médicas.

En todos los casos, el tratamiento debe ser prescrito por el profesional tratante, previo análisis conjunto de la naturaleza y el grado de evolución del cuadro y de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.

Entre las medidas para prevenir la aparición de cuadros de otitis, se incluyen:

• Secar los oídos de forma adecuada, si hay agua en el canal auditivo, mover la cabeza de lado a lado hasta que salga y secar suavemente con una toalla la parte exterior del oído.
• Evitar la introducción de objetos dentro del oído, en especial rígidos y metálicos como llaves, ganchos para pelo, lápices y copitos de algodón.
• Usar protección para los oídos frente a ruidos extremos, sustancias irritantes y otros factores de riesgo con audífonos o tapones para el conducto auditivo.

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1. Otitis. Clínica Universitaria Navarra. 2024. Disponible en https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/otitis
2. Otitis. Medline Plus. 2022. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001336.htm

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