Las medidas iniciales para el manejo del insomnio son acciones personales que no requieren la intervención de un profesional de la salud, incluyendo:
- Establecer y mantener horarios regulares para dormir y despertar.
- Evitar el consumo excesivo de bebidas estimulantes, especialmente en horas de la tarde o la noche.
- Evitar la ingesta abundante de alimentos en horas de la noche.
- Generar un ambiente adecuado para el descanso en la habitación, con poca iluminación, sin ruidos y con una temperatura confortable.
- Utilizar una cama, un colchón y almohadas adecuadas para el descanso.
- Realizar actividades de relajación al momento de acostarse.
- Dormir en horas de la noche, evitar las siestas diurnas prolongadas.
Estas medidas también son útiles para prevenir la aparición de insomnio u otros trastornos del sueño, por lo que deben ser adoptadas como parte de un estilo de vida saludable.
Si no hay una respuesta adecuada, puede ser necesario el uso de medicamentos para conciliar o mantener el sueño, los cuales deben ser prescritos por el médico tratante.