La mejor estrategia de tratamiento es la evitación del contacto con las sustancias alergénicas, sin embargo, esta medida no puede aplicarse en todos los casos.
Una vez instalada la respuesta alérgica se debe consultar al médico de cabecera para establecer la gravedad del cuadro y determinar el tratamiento adecuado.
En casos graves, puede ser necesaria la hospitalización de la persona para el monitoreo de los signos vitales, la administración de oxígeno y la aplicación de medicamentos de uso especial.