Inflamación crónica: El origen de todos los males

Cada vez más, la evidencia científica confirma que la inflamación es uno de los “disparadores” de la mayoría de las enfermedades crónicas del cuerpo humano.

Esto es curioso, si se tiene en cuenta que la inflamación es una respuesta normal del sistema de defensa de los seres humanos frente a agresiones del medio ambiente, heridas, lesiones o infecciones o de los diferentes órganos o sistemas.

De acuerdo con los expertos, los problemas surgen cuando esta función reacciona de forma exagerada o se prolonga demasiado tiempo, convirtiéndose en la variante crónica del proceso, condición que altera la regulación de diferentes procesos orgánicos y se asocia a la aparición de diferentes patologías, incluyendo alergias, enfermedades autoinmunes, problemas cardiovasculares, diabetes mellitus y algunos tipos de cáncer, entre otros.

La mejor estrategia para evitar los efectos de la inflamación y revertir los daños que haya podido causar es adoptar un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta rica en alimentos antioxidantes y fibra natural, control del peso corporal, práctica de actividad física de forma constante, mantenimiento de los patrones de sueño y descanso, evitación del consumo de cigarrillo y control del estrés y las emociones, entre otras.