Se trata de un trastorno de las lágrimas y la superficie ocular que tiene origen en múltiples factores. La disfunción de cualquiera de estos componentes resulta en una película lagrimal inestable que no da soporte adecuado a la superficie ocular por periodos largos de tiempo, lo que conduce a la aparición de inflamación y al desarrollo subsecuente de inestabilidad lacrimal, enfermedad del tejido corneal y molestias oculares.
Otras causas comunes de resequedad en los ojos incluyen:
- Ambiente o sitio de trabajo seco, con viento o aire acondicionado.
- Exposición frecuente a los rayos solares.
- Tabaquismo activo o pasivo.
- Medicamentos para el resfriado o las alergias.
- Uso de lentes de contacto.
- Quemaduras químicas.
- Intervenciones quirúrgicas previas.
- Destrucción de las lágrimas por un trastorno autoinmune, conocido como síndrome de Sjögren.