Insuficiencia cardiaca

En términos generales, la insuficiencia cardiaca es una complicación de otras enfermedades que impactan negativamente la función del corazón, incluyendo:

• Hipertensión arterial no controlada.
• Enfermedad coronaria crónica e infarto agudo de miocardio.
• Daño de las válvulas cardiacas.
• Lesión del músculo cardiaco por infección o exposición a sustancias tóxicas, incluyendo algunos medicamentos.
• Arritmias cardiacas no controladas.
• Otras enfermedades: Enfermedad pulmonar obstructiva crónica, lupus eritematoso sistémico, anemia severa, diabetes e hipotiroidismo.

La insuficiencia cardiaca puede clasificarse de varias formas, incluyendo:

• Tiempo de evolución: Insuficiencia cardiaca crónica e insuficiencia cardiaca aguda.
• Compromiso de la función cardiaca: Insuficiencia cardiaca con función del ventrículo izquierdo conservada, disminuida o mejorada.
• Capacidad funcional de la persona: De acuerdo con el grado de limitación de la vida cotidiana.

Los síntomas de insuficiencia cardiaca pueden agruparse en dos categorías, que pueden aparecer en forma aislada o en combinación, de acuerdo con el grado de afectación:

1. Síntomas derivados de bajo aporte de oxígeno a los tejidos: más frecuentes en las fases tempranas de la enfermedad, incluyen:

• Sensación de debilidad y bajo nivel de energía.
• Embotamiento y dificultad para la concentración.
• Sensación de fatiga con el ejercicio.
• Mareos y/o desvanecimientos sin causa aparente.
• Sensación de pesadez a nivel abdominal y torácico.

2. Síntomas derivados de la acumulación de líquidos, entre los que se incluyen:

• Dificultad para respirar, inicialmente en relación con el ejercicio, empeora con el paso del tiempo, hasta la aparición del síntoma en reposo y/o en posición acostado.
• Accesos de tos, expectoración espumosa de color rosado o sanguinolenta, palpitaciones o taquicardia por congestión pulmonar aguda.
• Acumulación de líquidos en el abdomen, inflamación de los miembros inferiores y sobrecarga del sistema venoso de los miembros superiores y la cabeza.

El tratamiento depende de las características de la persona, de los antecedentes clínicos, de la condición desencadenante, del impacto en el organismo y del riesgo de complicaciones potenciales para la persona afectada, incluyendo:

• Cambios en el estilo de vida: Dieta saludable, control de la ingesta de sal y líquidos, práctica de ejercicio físico una vez superada la fase aguda del cuadro y evitación del consumo de cigarrillo, alcohol y drogas.
• Medicamentos para restaurar la capacidad de bombeo del corazón, controlar las condiciones que llevaron a la aparición del cuadro y aliviar los síntomas.
• Los pacientes con insuficiencia cardiaca descompensada requieren tratamiento hospitalario por un equipo interdisciplinario especializado en el área.

En todos los casos, el tratamiento debe ser prescrito por el médico tratante, previo análisis conjunto de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.

Dado que la insuficiencia cardiaca es una complicación de otras enfermedades cardiovasculares, pulmonares o metabólicas, las medidas de prevención deben estar orientadas a controlar dichas patologías, incluyendo:

• Dieta balanceada, baja en sal, grasas, azúcares y harinas.
• Control del peso corporal.
• Práctica regular de actividad física, previa valoración médica.
• Evitación del hábito de fumar y del consumo de drogas.
• Regulación del consumo de licor.
• Control del estrés.
• Hábitos adecuados de sueño y descanso.
• Control periódico del estado de salud.

Adherencia a los tratamientos médicos prescritos para las enfermedades de base.

1. Insuficiencia cardiaca: conceptos generales y diagnóstico. Guías Fisterra - Elsevier. 2023.
2. Insuficiencia cardiaca. Portal Medline Plus. Biblioteca Nacional de Medicina. 2022. Disponible en internet en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000158.htm

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