Ruidos en el oído: ¿Cuándo debe preocuparse?

Cada vez más personas asisten a consulta por la presencia de sonidos anormales en el oído, que describen como zumbidos, silbidos, timbres, siseos, susurros o murmullos.

Este tipo de ruidos, son especialmente molestos cuando se perpetúan en el tiempo y cuando son tan fuertes o constantes que afectan la comunicación, la capacidad funcional y la calidad del sueño de las personas.

En términos generales, los ruidos asociados a trauma acústico derivado de la exposición a un ruido fuerte, por ejemplo, el disparo de un arma de fuego, una explosión cercana o la asistencia a un concierto musical, suelen desaparecer, sin ningún tratamiento, en cuestión de algunos días.

Los que tienden a volverse crónicos, también conocidos como acúfenos o tinnitus, pueden estar asociados a condiciones simples como la presencia de tapones de cerumen, la disminución de la audición asociada con la edad o la inflamación de la trompa de Eustaquio por un infección respiratoria.

Otras causas, un poco más complejas de acúfenos, incluyen problemas del oído interno como la enfermedad de Menière, infecciones severas del oído medio, congestión o daño de la trompa de Eustaquio, problemas de la circulación, lesiones o tumores de la cabeza y el cuello, trastornos de la articulación de la mandíbula y uso de algunos medicamentos.

Los expertos recomiendan consultar al médico cuando los ruidos se asocian a pérdida auditiva o sensación de vértigo, cuando aparecen síntomas de ansiedad, depresión o problemas del sueño y/o cuando se vuelven crónicos, afectando el desempeño y la calidad de vida de quiénes los sufren.

El diagnóstico y el tratamiento son de competencia médica e incluyen la eliminación del cerumen del conducto auditivo externo, el uso de audífonos y la administración de medicamentos que mejoren la causa del trastorno, sin embargo, en algunos casos, no se logra la recuperación por estos medios, siendo necesario utilizar dispositivos especiales para disminuir la intensidad o enmascarar los sonidos percibidos por la persona.