El TDAH: Un torbellino en el cerebro

15.06.2024

¿Alguna vez te has sentido como si tu mente fuera un torbellino de pensamientos y emociones imposible de controlar? Eso es lo que experimentan millones de personas que padecen el trastorno de déficit de atención e hiperactividad o TDAH, una condición del desarrollo neurológico considerada en la actualidad, como un “problema de salud pública en expansión”.

Se estima que cerca del cinco por ciento de los niños en edad escolar y dos punto cinco por ciento de los adultos sufren esta patología, lo que significa que en una clase de 30 estudiantes, pueden identificarse uno o dos niños con este trastorno y en un grupo de trabajo de 40 personas, al menos un adulto afectado.

Los expertos continúan investigando el origen del trastorno, sin embargo, las investigaciones actuales lo relacionan con un desequilibrio químico en el sistema nervioso que afecta la forma en que se procesan las señales cerebrales, haciendo que la mente divague, sea difícil prestar atención y se desarrollen inquietud e impulsividad.

Las manifestaciones varían de una persona a otra, e incluyen dificultad para la concentración en las tareas cotidianas, olvidos frecuentes, sensación permanente de inquietud, interrupción de las conversaciones e impulsividad en las actuaciones de la persona en su entorno académico o laboral.

El diagnóstico requiere la participación de especialistas de diferentes campos de la salud y se fundamenta en la presencia de síntomas como dificultad para prestar atención, distractibilidad fácil, errores en las tareas por descuidos frecuentes, dificultad para escuchar, impaciencia, sensación de inquietud e interrupciones frecuentes en las conversaciones de otras personas.

El TDAH puede causar muchos problemas en ausencia de tratamiento, incluyendo bajo rendimiento académico, dificultades para la interacción social y baja autoestima en niños y problemas para el manejo del tiempo, exposición excesiva al estrés y dificultades en las relaciones interpersonales.

Aunque no hay una "cura" para el TDAH, los medicamentos, la terapia y las estrategias de manejo del comportamiento pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la funcionalidad, la calidad del desempeño escolar o laboral y las interacciones sociales de las personas afectadas.