Covid 19 y salud mental de los adolescentes

Se ha hablado con insistencia de los efectos de la pandemia en la salud mental de la población, enfatizando que la mayor parte de la carga de las enfermedades psicoemocionales la han tenido que soportar los grupos más vulnerables: los niños, los adolescentes, las mujeres y las personas mayores.

Un artículo publicado hace poco en la sección de salud del portal CNN, plantea que la pandemia ha tenido un impacto muy importante en la salud mental de niños y adolescentes, con un “un marcado aumento de las enfermedades mentales, la tristeza y la desesperanza de los adolescentes”, lo que podría ser explicado por el impacto directo o indirecto de la pandemia.

Sin embargo, para John Walkup, jefe de psiquiatría infantil y adolescente de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, “la pandemia no ha provocado un aumento de la incidencia de las enfermedades mentales entre los adolescentes, sino que ha "desenmascarado síntomas" que, de otro modo, podrían haber pasado desapercibidos”.

De acuerdo con Walkup, en condiciones normales hasta el 20% de los niños y los adolescentes presentan problemas de salud mental y solamente la mitad reciben tratamiento. Si a esto se le agregan las vivencias estresantes de los dos últimos años, incluyendo el temor al contagio, el aislamiento obligado, la inasistencia a las actividades escolares, la falta de socialización con los pares y en muchos casos, la convivencia en núcleos familiares problemáticos; no es extraño observar un aumento de esta problemática.

Así las cosas, hoy es más necesario que nunca estar atentos a las señales iniciales de un problema de salud psicoemocional, incluyendo ánimo depresivo o ansioso, irritabilidad, mayor agresividad, pérdida de interés por las actividades cotidianas, problemas de sueño, dedicación excesiva de tiempo a la interacción mediada por dispositivos tecnológicos y/o a la práctica de videojuegos y otras actividades similares.

Un aspecto positivo de la situación es que se ha generado mayor conciencia por parte de miembros de la comunidad y profesionales de la salud acerca de este fenómeno, por lo que muchos casos de enfermedad mental que no hubieran sido detectados antes de la pandemia, pueden ser identificados tempranamente y recibir atención especializada de forma oportuna.