El tratamiento depende de las características de la persona, de los antecedentes clínicos, de la condición de base, del impacto en el organismo y del riesgo de complicaciones potenciales para la persona afectada.
Los objetivos del tratamiento de la taquicardia son disminuir la frecuencia cardíaca a límites normales y prevenir episodios futuros de esta afección.
Algunas recomendaciones generales para el manejo de los episodios de taquicardia son:
- Determinar la frecuencia cardiaca mediante la toma del pulso durante un minuto.
- Guardar reposo hasta la disminución y/o normalización de la frecuencia cardiaca.
- Identificar la presencia de otras manifestaciones como dolor en el pecho, dificultad para respirar, sensación de mareo o pérdida de la consciencia.
- Acudir al servicio de urgencias o al médico de cabecera a la mayor brevedad posible.
De acuerdo con la causa, el tratamiento incluye uso de medicamentos para regular la frecuencia cardiaca, implantación de dispositivos electrónicos o práctica de un procedimiento quirúrgico para corregir defectos anatómicos.
Los pacientes con síntomas sugestivos de enfermedad grave o compromiso potencial de la vida deben ser trasladados a la brevedad posible al servicio de urgencias para definir la conducta requerida de acuerdo con el caso.
El tratamiento debe ser prescrito por el médico tratante, previo análisis conjunto de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.