El tratamiento más frecuente para el síndrome de ojo seco es el uso de lágrimas artificiales. En todos los casos es el médico especialista quien debe recomendar el tipo de lagrimas artificiales indicadas para cada caso, ya que se deben tener en cuenta factores como la presencia o no de persevantes, la posibilidad de irritación ocular, el uso de lentes de contacto y el tipo de componentes del producto a elegir (algunos principios activos son más duraderos que otros).
De acuerdo a cada caso se pueden usar gotas oftálmicas con Hidroxipropilmetilcelulosa. El Alcohol Polivinílico produce un alivio refrescante de los síntomas de sequedad y prurito del tejido ocular inflamado o irritado presente en el síndrome de ojo seco.
Otros medicamento que podrá formular el especialista son:
- Ciclosporinas: Es el único medicamento de prescripción indicado para el ojos seco, porque su acción antiinflamatoria disminuye de alteraciones en la córnea, mejora la producción de lágrimas y reduce los síntomas.
- Corticosteroides tópicos: Se suministran por periodos cortos de tiempo en casos muy severos de irritación ocular.
- Cambios en la formulación de lentes: Especialmente en lentes de contacto, el oftalmólogo puede cambiarlos por unos que no provoquen irritación.
- Taponamiento temporal o definitivo de los conductos lacrimales.