En el tratamiento de la esquizofrenia es fundamental el uso de medicamentos antipsicóticos, para el control de los síntomas de la enfermedad. Estos deben ser administrados por el especialista, ya que pueden presentar efectos secundarios importantes.
Los antipsicóticos usados en el tratamiento de la esquizofrenia pueden ser de dos tipos:
- Antipsicóticos convencionales como Clorpromazina, Flufenazina, Haloperidol, Pipotiazina y Perfenazina.
- Antipsicóticos atípicos como Quetiapina, Clozapina, Risperidona, Amisulprida, Aripiprazol y Paliperidona.
- Además de las terapias farmacológicas, es necesario que el paciente reciba una adecuada rehabilitación psicosocial que busque educar sobre la enfermedad y los cuidados requeridos, fortalecer o recuperar las habilidades sociales, y mejorar el desempeño en las actividades diarias.
- Farmacogenética: Debido a la variación de la respuesta a los medicamentos, actualmente es posible precisar aun mas el tratamiento de pacientes con este tipo de enfermedades a través del análisis genético de cada paciente. Gracias a ello facilita la selección de entre las distintas alternativas farmacológicas, orienta a la dosificación más adecuada para cada paciente y anticipa información sobre posibles efectos no deseados. Los medicamentos que se analizan representan un alto porcentaje de los fármacos más utilizados para el tratamiento de enfermedades como depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, trastorno obsesivo-compulsivo, ansiedad, epilepsia, TDAH, entre otros.