Diabetes mellitus

Las causas de la diabetes mellitus tipo I y tipo II incluyen predisposición genética, alteraciones del sistema inmunológico, hábitos alimentarios no saludables, exceso de peso corporal e inactividad física, siendo estos dos últimos responsables del crecimiento exponencial de los casos de diabetes a nivel mundial.

En el caso de la diabetes gestacional o diabetes del embarazo, no se ha identificado una causa específica, pero se cree que las hormonas del embarazo reducen la capacidad propia del cuerpo de utilizar y responder a la acción de la insulina, generando un desbalance metabólico que da origen al cuadro.

Otros tipos de diabetes, se han visto asociados al uso de ciertos medicamentos, a la presencia de enfermedades generales y algunas infecciones que afectan la función del páncreas, órgano productor de la insulina.

De acuerdo con los expertos, la diabetes mellitus se puede clasificar en:

• Diabetes tipo I: En la mayoría de los casos aparece en la infancia y/o en la adolescencia, por lo que también se conoce como diabetes mellitus juvenil.
• Diabetes tipo II: Es la variante más común, suele aparecer en la edad adulta y se relaciona con sobrepeso, inactividad física y otras alteraciones metabólicas
• Diabetes gestacional: Se presenta durante el segundo o tercer trimestre del embarazo, especialmente en presencia de prediabetes o sobrepeso previo.
• Diabetes secundaria: se presenta como consecuencia de enfermedades, infecciones o exposición a estrés intenso, así como por la ingesta de algunos medicamentos.

Existe una condición, conocida como prediabetes, que se caracteriza por cifras elevadas de azúcar en la sangre, sin alcanzar los valores que definen la presencia de diabetes mellitus.

Estudios recientes han mostrado que esta condición puede evolucionar a diabetes mellitus en cualquier momento y que su presencia aumenta el riesgo de complicaciones de salud.

Durante las primeras etapas de la enfermedad puede pasar desapercibida, sin embargo, hay algunos síntomas que pueden sugerir la existencia de diabetes mellitus:

Diabetes mellitus tipo I

• Sed persistente.
• Aumento de la frecuencia urinaria.
• Aumento del apetito respecto al patrón normal del paciente.
• Pérdida de peso acelerada.
• Sensación permanente de debilidad.
• Dolor abdominal sin causa aparente

Diabetes mellitus tipo II

• Sensación persistente de sed.
• Aumento de la frecuencia urinaria.
• Alteraciones visuales.
• Flujo vaginal e infecciones frecuentes por hongos.
• Inflamación y/o sangrado de las encías.
• Sensación de hormigueo, adormecimiento o quemadura en las extremidades.
• Impotencia en el hombre.

El objetivo del tratamiento de la diabetes mellitus es mantener los valores de glicemia en rangos aceptables para la edad y la condición de la persona y evitar complicaciones en otros órganos y sistemas del organismo.

El tratamiento depende de las características individuales, de los antecedentes clínicos, de la gravedad del cuadro, del impacto en el organismo, de la respuesta a las medidas terapéuticas acordadas y del riesgo de complicaciones potenciales para la persona afectada, incluyendo:

• Cambios en el estilo de vida: Dieta saludable, control del peso corporal, actividad física regular bajo prescripción médica, evitación del consumo de cigarrillo, alcohol o drogas psicoactivas, higiene del sueño y control del estrés.
• Uso de medicamentos para el control de las cifras de diabetes mellitus, los cuales deben consumirse bajo estricta prescripción médica, en las dosis y horarios definidos para cada persona en conjunto con el médico.
• Control de los factores de riesgo y de las condiciones de riesgo o agravamiento de la enfermedad, de acuerdo con el origen del cuadro y el tipo de diabetes.

En todos los casos, el tratamiento debe ser prescrito por el médico tratante, previo análisis conjunto de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.

Las medidas para la prevención y el control posterior de la diabetes mellitus incluyen:

• Dieta balanceada, baja en grasas, azúcares y harinas y en sal de mesa.
• Control del peso corporal.
• Práctica regular de actividad física, previa valoración médica.
• Evitación del hábito de fumar y del consumo de drogas.
• Regulación del consumo de licor.
• Control del estrés.
• Hábitos adecuados de sueño y descanso.
• Control periódico de las cifras de diabetes y del estado de salud.
• Adherencia a los tratamientos médicos prescritos.

• Nicturia u orina frecuente nocturna
• Polidipsia o sed permanente
• Cansancio o fatiga
• Hipoglicemia
• Perdida de peso

Estándares de Cuidado para la Diabetes 2024. Asociación Americana de Diabetes. 2024. Disponible en internet en: https://diabetes.org/newsroom/press-releases/la-asociacion-americana-de-la-diabetes-publica-los-estandares-de-cuidado

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