La resistencia a los antibióticos está aumentando alrededor del mundo en niveles peligrosos, día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar enfermedades infecciosas comunes como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia y las enfermedades de transmisión alimentaria, todo esto a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.