El tratamiento incluye la evitación del consumo de los alimentos que desencadenan los síntomas, la suspensión del consumo de cigarrillo, la reducción de la ingesta de licor y la adopción de una dieta fraccionada, que consiste en la ingesta de porciones pequeñas de alimentos distribuidas a lo largo del día.
La prescripción de medicamentos para el tratamiento de la enfermedad es de exclusiva competencia médica.