El tratamiento depende de la edad de la mujer, de la causa del sangrado y de la severidad del cuadro, siendo de competencia médica la definición del esquema terapéutico.
Las medidas iniciales estarán orientadas a controlar la hemorragia y a restaurar el equilibrio normal del organismo, reservándose el tratamiento definitivo para el momento en que se tenga claridad del mecanismo que originó el cuadro.
En caso de anemia, el manejo incluirá la ingesta de alimentos ricos en hierro y ácido fólico, así como la administración de suplementos del mineral durante algunas semanas.
En todos los casos, el tratamiento debe ser prescrito por el médico tratante, previo análisis conjunto de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.