La medida más importante es el abandono del consumo de cigarrillo en los pacientes que fuman.
Cuando la obstrucción del flujo de aire es leve o moderada, dejar este hábito disminuye la tos, reduce la producción de moco y retarda la aparición del ahogo, mejorando el bienestar y la calidad de vida de las personas afectadas.
Otras medidas de tratamiento incluyen adopción de una dieta saludable, práctica de ejercicio físico bajo las recomendaciones del profesional de la salud, adherencia al tratamiento acordado con el médico, incluyendo el uso de oxígeno suplementario durante varias horas al día y rehabilitación pulmonar.
En todos los casos, el plan de manejo debe ser prescrito por el especialista, previo análisis conjunto de los efectos, los beneficios y los riesgos de las terapias disponibles.
Cuando se presentan infecciones sobreagregadas es necesario administrar antibióticos e implementar medidas terapéuticas adicionales para restablecer el equilibrio del organismo, en algunos casos es necesaria la hospitalización de la persona para llevar a cabo procedimientos más complejos.