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Quemaduras en niños

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La Mayoría de los Casos Suceden en el Hogar.


Estadísticas Alarmantes

Las quemaduras son lesiones frecuentes en todas las poblaciones del mundo y afectan en mayor proporción a los niños y a los adultos mayores, que resultan comprometidos generalmente en accidentes domésticos, de los cuales en países como Francia el 60% suceden en la cocina y el 15% en el baño. (“El paciente quemado”, revista Tribuna Médica, vol.103, num. 9 año 2003).

En Colombia la mayoría de los casos se registran en los estratos sociales menos favorecidos y la mitad de los pacientes son niños menores de 10 años, que resultan con mayor frecuencia quemados con líquidos calientes, con llamas, con electricidad y con agentes inflamables.

Lo triste de esta situación es que en casi todas las naciones del mundo más del 50% de estas  quemaduras por accidente en los niños han podido ser evitadas y muchas de ellas se ocasionan por irresponsabilidad o descuido de padres y adultos cuidadores de los menores. Un ejemplo de esto son las veladoras, los fuegos artificiales y las estufas a gasolina.

Que son y cómo se producen las quemaduras

Las quemaduras  se definen desde el punto de vista médico como  la destrucción de los tejidos de la piel por acción de agentes externos como el calor, la electricidad, productos químicos, entre otros.  Estas se clasifican de acuerdo a su profundidad como de primer, segundo, tercer o cuarto grado, lo cual indica su intensidad y el tipo de atención que requiere.

Así, por ejemplo, las quemaduras de primer grado son las más leves y se caracterizan por el enrojecimiento de la piel, causado generalmente por exposición al sol y vienen acompañadas de dolor y sensación de rasquiña, pero su recuperación es total.

En las quemaduras de segundo grado ya se presentan ampollas y pueden dejar secuelas importantes, aunque no suelen dejar cicatrices.

Cuando  son de tercer grado se generan daños en las estructuras profundas y la piel adquiere un  aspecto de acartonamiento de color nacarado y quedan secuelas notables.

Las de cuarto grado son las más graves debido a que carbonizan los tejidos, ocasionando daños colaterales de aspecto, movilidad y demás que esto conlleva.

Pero en las quemaduras no solo es importante el grado sino la extensión y lugar de las mismas. Así, por ejemplo, existe más riesgo si se afectan zonas especiales como la mucosa respiratoria por inhalación de gases calientes, ya que puede causar no solo inflamación y edema sino hasta  provocar la muerte por obstrucción del paso del aire.

Igualmente, las quemaduras pueden ser muy peligrosas cuando se presentan en sitios como las manos, cuello, flexuras de codos, rodillas o genitales,  ya que al cicatrizar pueden producir retracciones que afectan el movimiento de las articulaciones, músculos o tendones.

Cómo actuar en caso de emergencia

Los médicos recomiendan que cuando se presente una conflagración y veamos a una persona en llamas, tratemos de impedir que se siga quemando utilizando extinguidores, mantas u otros objetos que permitan asfixiar la llama dejándola sin oxígeno. El riesgo vital para el pequeño en ocasiones, es altísimo.

Igualmente  indican los especialistas que al prestar los primeros auxilios nunca se debe arrancar la ropa que esté adherida a la quemadura ni tampoco se deben tocar las ampollas. En cambio, si es necesario  retirar aquellos objetos que puedan ejercer presión como relojes o anillos, ya que al producirse edema progresivo se puede comprometer  la circulación de los miembros.

Una vez rescatada la persona se debe proceder a bajar la temperatura de la piel para disminuir el efecto de la quemadura colocando compresas de agua fresca (nunca helada) sobre las zonas afectadas. Si es una quemadura generalizada se debe sumergir en agua templada durante largo tiempo hasta estabilizar la temperatura, teniendo mucho cuidado de que no se enfríe para evitar la hipotermia.

Cuando se trata de quemaduras de primer grado no es necesario trasladar al paciente a un centro hospitalario, generalmente basta con aplicar una crema hidratante. En cambio si se trata de quemaduras de segundo o tercer grado en lugares como la cara, manos y zonas de pliegues si es necesario buscar la ayuda médica, en especial si se trata de ancianos o niños, que son más sensibles a los efectos.

En el caso de  los niños es necesario llevarlos al hospital cuando presenten quemaduras mayores a un 10% del área corporal, quemaduras por inhalación, eléctricas, químicas, faciales o periorificiales y cuando presenten una lesión que podamos asociar o cuando tengan una enfermedad preexistente.

Véase también:

Fuentes

  1. http://www.medilegis.com/bancoconocimiento/T/TM103N9_ABP1/ABP.htm
  2. Revista Tribuna Médica EL PACIENTE QUEMADO. Volumen 103 Número 9
  3. http://www.burnfree.com.mx/articulos/quemaduras_estadisticas
  4. EL NIÑO QUEMADO. Dr. Sergio Zúñiga R., Miembro titular de la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica.
  5. http://escuela.med.puc.cl/paginas/publicaciones/manualped/quemaduras.html